Amante de los perros desde la infancia, decidí dedicarme a ellos hace más de 14 años.
He tenido y tengo la suerte de trabajar con muchas personas y perros distintos, de los que no paro de aprender. El mundo del agility y el de la educación canina no solo es mi profesión, es mi manera de ver la vida, y es lo que intento transmitir en todo momento.
Todo comenzó con mi perra Rubia, que estaba certificada como perro de terapia y actividades asistidas por LealCan y el Cuerpo Canino Terapéutico Lincoln, y con la que me inicié también en el mundo del agility.
En estos años he conseguido evolucionar en el mundo del agility y la educación canina, gracias a la formación adquirida en diferentes seminarios, cursos y talleres.